De vuelta al cole
Nuestro protagonista da unas charlas a unas jovencitas en un colegio de monjas, lo que no sabe es lo que vendrá despues...
Siendo como soy morboso y dispuesto, no es de extrañar que aceptara la oferta
de un compañero para dar una serie de charlas en un colegio religioso de chicas,
el caso es que mi amigo estaba en la directiva de la asociacion de padres, los
encargados de plantear las actividades extraescolares de los alumnos, el
colegio, al que asisitian chicas de buena familia, casi todas en regimen de
semiinternado (fines de semana libre y un par de tardes con permiso para
pasear), estaba situado en una zona centrica de Madrid, cerca de donde vivo, mi
mision era explicar las posibilidades de la comunicacion y las relaciones
publicas a la hora de elegir medio de vida (la carrera a estudiar).
La verdad es que nunca me ha cortado hablar en publico, pero un publico
formado por mas de cuarenta chicas (17 años de media) algunas monjas y un par de
madres he de reconocer que me imponia respeto. La directora del colegio hizo una
presentacion amable y a continuacion comence a lanzar el rollo, como siempre con
un pequeño guion general y mucho morro y avisando de que podia ser interrumpido
en cualquier momento en caso de duda, aunque advirtiendo que preferiria que las
preguntas se hicieran al final.
Largue la perorata durante media hora y abri el turno de preguntas, era lo
mismo de siempre, todos los que elijen ciencias de la informacion creen que
acabaran siendo famosos comunicadores, realizadores o periodistas, cuando la
realidad es que con un poco de suerte lo que conseguiran es trabajar de negro
para uno de estos personajes, una chica, que se presento como Diana, delgada,
pelirroja y de piel muy blanca fue la mas participativa, sus preguntas eran
brillantes y concretas, lo tenia claro.
Al acabar se formo alrededor mio el tipico corrillo que se monta en estos
casos, hable con algunas, felicite a Diana por su espiritu participativo y
claridad de ideas y al final, tras su insistencia, le di mi tarjeta para, con
mas tranquilidad, solventar algunas dudas.
La verdad es que en todo momento su mirada me parecio muy prometedora pero la
situacion no era la mas propicia para ningun tipo de complicacion, en esta vida
he aprendido a complicarme la vida lo justo y desde luego no era momento ni
lugar para ningun tipo de flirteo.
Casi habia olvidado mi charla de la semana anterior cuando me pasaron la
llamada de Diana, al principio no cai en quien podia ser, pero solo oir el
timbre de su voz le recorde y una sonrisa picara invadio mi cara (como el
pescador que nota que el pez tira de la cuerda), me pedia disculpas por
molestarme y me pregunto si era posible verme esa tarde, tras darle un par de
rodeos y excusarme por mi falta de tiempo, acabe citandola en mi apartamento
(que estaba cerca de su centro), intente cambiar el dia pero fue imposible, solo
le daban una tarde (de 5 a 10) libre a la semana.
Sono el timbre y abri la puerta, Diana, a punto de cumplir 18 años y vestida
con el uniforme del colegio de monjas estaba en la puerta seria y dispuesta, me
gusto el brillo de sus ojos.
La invite a sentarse en el sofa de mi escritorio y comenzamos a charlar,
tenia sus piernas cruzadas y a veces mi mirada se perdia entre sus finas
piernas.
Despues de hablarle con absoluta franqueza de las dificultades que tiene el
medio en el que trabajo, seguimos hablando con la misma franqueza de todos los
temas, desaparecio la frialdad de los primeros minutos y comenzamos a bromear:
-El otro dia fuiste la comidilla de las niñas del insti-me dijo
-Venga ya¡-
-En serio, sabes una cosa, en el cole el ambiente es tan cerrado y las monjas
dan tan mal rollo que cualquier hombre que rompa un poco la norma acaba
pareciendo sumamente atractivo, ademas ya sabes que a las adolescentes nos tiran
los cuarentones.
-Vale ya Diana¡ es que te quieres quedar conmigo?
-No me quedo contigo¡ te lo digo en serio¡
-Si tu lo dices, yo encantado de gustarle a las chavalas pero que quieres que
te diga, no me lo acabo de creer............vamos a ver.....a ti te gusto
acaso?-le pregunte a bocajarro
Se estiro en el sofa y muy seria me contesto:
-Gustar..gustar..no se......pero si que das morbo...si quieres que te diga la
verdad he venido por eso...por morbo.....por sentir el riesgo de estar con un
hombre mayor sola en su casa....y ver que pasa.
-Pues me temo que te he decepcionado, pero ha sido por desconocimiento porque
si llego a saberlo que no te quepa duda de que me hubiera insinuado nada mas
abrirte la puerta.
Dicho esto me levante y me sente junto a ella en el sofa, me acerque a ella y
puse mi brazo sobre el respaldo, cerca de su nuca, llevabamos mas de dos horas
de chachara.
-Y si ahora que se que te doy un poquito de morbo me insinuo un poco......que
pasara?
-Prueba-me dijo mirandome directamente a los ojos
Acerque mis labios a los suyos lentamente, ella no se movio, cuando eran
centimetros lo que nos separaba ella abrio sus labios y yo segui avanzando hasta
que nuestros labios se unieron y nuestras lenguas se buscaron. Fue un beso de
exploracion de a ver que pasa....y pasaba, fue aumentando en intensidad y
ansiedad y mis manos fueron tomando confianza a la vez que nuestras lenguas lo
hacian, concretamente la derecha iba subiendo por su rodilla mientras le besaba
el cuello y sentia como su piel se erizaba, su tacto era hermoso (igual que
ella), si piel lisa y fina era un regalo de Dios (si es que da este tipo de
regalos).
Ella estaba nerviosa y agitada, decidi ser sensible y equilibrado, evitar
cualquier brusquedad, era una mujer lindisima y no seria yo el que estropeara
las cosas.
Segui besando su cuello y bajando con mis labios hasta llegar a la altura de
sus tetitas, que bese sobre su camisa y su sujetador, a pesar de la frontera
textil senti sus pezoncitos duros lo que elevo bastante mi calentura.
Ella apenas participaba pero se dejaba hacer, le besaba en la boca y en el
cuello, donde encontraba una especial receptividad (le ocurre a muchas mujeres)
mientras mi mano subia por su muslo suavemente, acariciando su maravillosa
y fina piel, cuando roce sus bragas dio un pequeño brinco y decidi no avanzar
mas por el momento, no hasta que mis besos en su cuello la hubieran encendido un
poco mas.
A medida que aumentaba la intensidad de los besos aumentaba su participacion
en las caricias, apretaba mi cabeza contra su pecho y mi mano sobre su muslo lo
que me dio confianza suficiente para desabrochar su camisa y besarla cerca de su
pechos a la vez que mi mano se afianzaba en sus bragas, justo sobre su sexo, que
desprendia el acostubrado calorcito de coñito adolescente que tanto soñamos y
tan poco probamos.
Lo mejor era su mirada, sus ojos brillantes entrecerrados parecian suplicar
que continuara a la vez que parecian advertirme que tenia que ser tierno y
dulce. Y en ello me empeñe, ya tenia la camisa abierta cuando me hizo el
impagable favor de desabrocharse el sujetador, cuando sus dos preciosas tetitas,
grandes y de pequeño pero sobresaliente pezon encarnado, afloraron, estuve a
punto de pellizcarme para ver que no estaba soñando.
Acerque a ellos mis labios y los bese, lami y chupe mientras mi mano traviesa
apartaba a un lado su braguita y rozaba por primera vez los labios y la
cercanias de su humedo coñito.
El sabor de sus tetitas era fresco, maravilloso y las chupadas a sus pezones
surtian un efecto similar a la de los besos en el cuello, pequeños
estremecimientos le invadian cada vez que aumentaba la fuerza de las chupaditas
y apretaba con mas fuerza mi cabeza sobre sus pechos, en ese momento ya tenia
localizado su clitoris y las yemas de mis dedos se deslizaban sobre el, todo su
pubis estaba mojado y su respiracion era cada vez mas agitada, chupaba sus
tetas, besaba su cuello y su boca y la pajeaba sin prisas pero sin pausa, estaba
en su punto, cuanto mas le chupaba las tetas mas apretaba mi cabeza sobre ellas
y mas mojadito tenia su sexo, seguia jugueteando con su clitoris y deslizando un
dedo en la entrada de su rajita, la incorpore un poco y aproveche para quitarle
las braguitas, a lo que colaboro, mi polla estaba a punto de romper el pantalon
pero todavia no era su momento, la cosa iba de maravilla y no estaba dispuesto a
estropearlo, esas eran las reflexiones que cruzaban mi cerebro (ademas de mi
inmensa calentura) cuando senti que la respiracion de Diana se aceleraba y que
la humedad de su coñito aumentaba, cuando sus muslos se apretaron supe que mi
chica preciosa se estaba corriendo como una bendita.
No le di tiempo a reaccionar, estaba todavia con los ojos entornados de gusto
cuando me puse de rodillas entre sus piernas y acerque mi cabeza a su coñito
hundiendo mis labios y mi lengua dentro de el, se estremecio y se sorprendio
pero continuando la tonica no opuso resistencia, en cuestion de segundos mi
lengua hacia circulitos sobre su clitoris, penetraba en su coñito y en un alarde
de atrevimiento lamia su lindo y sonrosado culito.
-Aayyyyyyyy¡ aayyyyyyyyyyy¡ que me haces?
Bien sabia ella lo que le estaba haciendo, una monumental y entregada comida
de coño, la ocasion lo merecia, su sexo era hermoso parecia una herida abierta
entre sus blancos muslos, encarnado, casi rojo, con los labios pequeños y
coronado por un clitoris pequeñito pero prominente con el que mis labios
jugueteaban.
Y su sabor era magnifico, apenas salado y denso como la clara de huevo,
apretaba sus nalgas, metia la punta del dedo en su coñito y chupaba su sabroso y
rico clitoris como si me fuera la vida en ello, sintiendo como ella apretaba sus
piernas y mi cabeza contra su coñito mientras acariciaba alternativamente sus
pezoncitos.
Senti su repetidas corridas en mis labios, sus estremecimientos y como se
estiraba cuando le venia el orgasmo, eran las nueve y media cuando me dijo que
se debia de ir, no se el tiempo que estuve comiendole el coñito, lo que se es
que tenia la impresion de tener desencajada la mandibula.
Sin palabras (y muy posiblemente con una cara de bobo impresionante) vi como
se arreglaba y se disponia a irse.
-Si quieres puedo venir el proximo jueves- me dijo mientras abria la puerta.
-Claro que quiero, te esperare-
Y espere, con paciencia de santo, a las cinco y unos minutos de la tarde del
jueves siguiente Diana llamaba a mi puerta, venia con su uniforme de colegiala,
cuando entro se levanto las faldas:
-Mira- dijo sonriendo con picardia.
No llevaba bragas y se habia depilado parte del coñito dejando solo un mechon
de pelo rojizo sobre su clitoris, me acerque y la bese con fuerza mientras
acariciaba su rajita que se humedecio rapidamente, tampoco llevaba sujetador lo
que hizo que sus pezones se marcaran insinuantes en su camisa.
-No quiero que te quites la ropa- le dije mientras desabrochaba su camisa y
dejaba su hermosisimo par de tetas libres.
-Yo si quiero que te desnudes
Lo hice, me quede en pelotas, subi su falda y apunte, de pie; mi polla dura
sobre su clitoris mientras la besaba, ella se movia para rozar la cabeza de mi
polla en su centro de placer, la invite a pasar a la habitacion y nos tumbamos,
inverti mi posicion y comence a lamer su rico coñito, su sabrosisimo coñito,
ella acaricaba mis huevos, me pajeaba y lamia a la vez la punta de mi capullo,
me sentia bien, de esos dias que era capaz de contenerme y controlar mi corrida
el tiempo que fuera necesario, lami su coño hasta que comenzo a dolerme la
mandibula, creo que se corrio varias veces, me puse a su lado, le bese y
mordisquee las tetitas y le pregunte:
-Te han follado alguna vez?
-No exactamente
-Que quieres decir?
-Que no lo he hecho con ningun hombre....pero no vas a encontrar ningun
obstaculo.
-Y eso?- pregunte sorprendido.
Ella agacho la mirada y me dijo:
-Mis compañeras de habitacion y yo compartimos un juguetito que compramos en
el sex shop.
Alucine, me estaba contando que ella y sus amigas se habian autodesvirgado
con un consolador pero me gusto, muchas veces desvirgar a las chicas supone un
derroche de energia (de la que no siempre dispongo) y una tension que no es
buena para el sexo.
Le di la vuelta y la puse en cuatro, la vision era maravillosa, un culo
redondo y duro color marmol y una abertura roja y hermosa se ofrecia a mi vista,
le meti un dedito y lo lami, ella pregunto:
-Que me vas a hacer?
-Follarte¡¡-le conteste
Enfile mi polla en su mojadisima figa, apunte la cabeza entre sus finos
labios y procedi a meterla lentamente y con precaucion, ella estaba apretada y
tensa pero efectivamente no estaba encontrando ningun obstaculo y mi polla se
deslizo en pocos segundos hasta las pelotas, cuando la sintio toda dentro su
tension se relajo y comence a culear suavemente, sin sacarla, toda dentro de mi
niña.
-Eres linda, preciosa y tienes un coñito maravilloso, te lo estoy follando.
Gruño y juraria por sus movimientos y por la contraccion de su vagina que se
estaba corriendo superrapido, pronto descubri que era multiorgasmica (o como
dice un amigo un coñito agradecido)
Cuando note sus contracciones comence a imprimir mas ritmo a mis movimientos
y a sacar mi polla justo hasta la mitad para volver a clavarsela sin
contemplaciones a continuacion, un mete y saca en toda regla, mientras masajeaba
sus tetas y le decia guarraditas:
-Sabes lo que tienes dentro de tu coñito preciosa?
-Siiiiiiiiiiii¡ tu pene¡
-Mi polla
-Siiiiiiiii¡ tu polla¡ tu pollaaaaaaaaaaaa¡
-Y que te estoy haciendo?
-Me la metes, me la estas metiendo¡
-Te estoy follando¡
-Siiiiiiiiiii¡ me estas follando¡
-Eso es...pidemelo¡ pideme que te folle¡
-Siiiiiiiiiii¡ follame¡¡ follame¡¡ meteme la polla¡¡
Joder, se estaba corriendo otra vez, mi polla se deslizaba en su coñito como
si lo hubiera estado haciendo toda la vida, era una chica maravillosa,
inteligente, sensual, guapa, caliente y con el coñito agradecido, la compañera
perfecta......es que me estaba enamorando?
Mi poder de contencion estaba finalizando, se la saque y la sente al borde de
la cama, me hice una paja ante ella, presionando uno de sus pezones con la punta
de mi polla, cuando noto que estaba a punto de correrme, me dijo.
-Damela¡ damela¡ quiero probarla¡
La meti en su boca, apenas succiono un par de veces cuando senti que mi vida
se escapaba por la punta de mi polla en una corrida fenomenal, copiosa y
maravillosa, dentro de su boca, tenia los ojos cerrados y un leve mareo, cuando
abri los ojos un reguero de leche caia por la comisura de sus labios hacia su
barbilla y me miraba sonriente y picara:
-Tiene un sabor extraño pero me gusta
Estaba mas hermosa que nunca, ahora no tenia delante de mi a una muchachita
sino a toda una mujer, la abrace y la bese, era la primera vez que probaba mi
semen.
Nos duchamos, le comi el coño de nuevo, me la chupo hasta que me recupere,
pero el reloj marcaba las 21.30 y como la vez anterior se vistio apresuradamente
y se dirigio a la puerta de nuevo.
-El jueves volvere a las cinco- me dijo a manera de despedida.
Me toco esperar, paciente como un santo, de nuevo, otros siete dias, el
jueves siguiente a la misma hora el timbre sonaba, yo solo llevaba un
albornoz sin nada debajo, abri la puerta y cual no fue mi sorpresa cuando vi a
Dolores, una esplendida y hermosa morena compañera de Diana.
-Diana no puede venir, la han castigado sin salida semanal pero me ha dicho
que yo podia venir en su lugar- me dijo mientras se subia sus faldas de
colegiala bajo las que no habia ninguna ropa, enseñandome un coñito de labios
prominentes coronado por una melenilla negra oscura y rizada.
-Pasa¡ pasa¡- le dije, lo que ocurrio ya os lo contare mas adelante.